Salvos por gracia…¿+obras?

En estas últimas semanas he estado leyendo la carta de Santiago y al leer el capítulo 2 me topé con un versículo que entiendo puede ser fácilmente utilizado para justificar el argumento de que nosotros tenemos alguna participación en cuanto a la obtención de la salvación de Cristo.

Antes de compartirte el versículo, quisiera responder a la pregunta del título de este post y la respuesta es no. No somos salvos por gracia + obras somos únicamente salvos por gracia, por fe en Jesucristo, pero nuestras obras pondrán en evidencia dicha salvación o la ausencia de la misma.

El versículo al que me estoy refiriendo es Santiago 2:24 que dice:

²⁴ Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

Santiago 2:24 (Énfasis agregado)

Si leemos ese versículo separado de todos los demás de este capítulo, pudiéramos concluir precisamente lo que dice de que no somos justificados solamente por fe pero, si nos permitimos leer los versículos anteriores y los sucesivos, el panorama se va aclarando.

¹⁴ Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? ¹⁵ Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,¹⁶ y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?

¹⁷ Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.¹⁸ Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.¹⁹ Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

²⁰ ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?²¹ ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?²² ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?²³ Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.

²⁴ Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.²⁵ Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?²⁶ Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Santiago 2:14-24

Cuando creemos en Jesús es inevitable que comience una obra de transformación en nuestro corazón. Es por esto que en la carta de Santiago, éste le llamaba la atención a los judíos cristianos de esa época que se comportaban de una manera que ponía en duda su fe. Por tal razón su énfasis en que sí verdaderamente la fe de estos hermanos estaba puesta en Dios, la misma tendría que verse reflejada en la forma como trataban a los demás y a sí mismos, es decir, sus obras.

Tú y yo no somos muy diferentes a estas personas. Muchas veces nos comportamos de tal manera que quien no nos conociera probablemente no creería que somos seguidores de Jesús.

Este capítulo nos anima a examinar nuestros corazones, reconocer y pedir perdón por aquellas acciones que no responden al llamado que nuestro Señor nos ha hecho de ser la sal y la luz de la tierra.

Mi oración es que hoy puedas ser transformado por el poder de Su Palabra y que puedas caminar en las buenas obras que ya nuestro buen Padre preparó de antemano para que anduvieses en ellas. (Efesios 2:10)

¡Dios te bendiga!