Hace ya casi un mes asistí a la conferencia para Jóvenes de mi iglesia Jóvenes Por Su Causa y como siempre, tomé muchas notas y quiero compartirlas contigo en diferentes blogposts.
En este post de hoy quiero dejarte con las enseñanzas del taller impartido por Angélica Rivera De Peña con el tema Sé Ejemplo De Pureza. Espero te sea de bendición.
Versículo central: 1ra Timoteo 4:12 (Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.)
Junto con Angélica explorábamos los tipos de santidad que se nos son otorgadas según la Palabra del Señor y éstas son:
La santidad posicional: la que adquiero a través de Jesucristo y;
La santidad progresiva: que corresponde a la forma de vivir que debemos ir modelando mientras vamos madurando en Cristo.
Es decir, una vez Dios nos llama y nos adopta como sus hijas, automáticamente somos hechas santas en Él. Sin embargo, por aún vivir en un mundo caído, nuestra carne debe ser sometida al señorío de Cristo para poder poco a poco ir adquiriendo santidad progresiva. Una de las áreas en la que esto se refleja es en nuestro trato con los hombres.
El acercamiento hacia los hombres es muy diferente cuando nos sentimos completas en Dios y cuando no. Nos acercamos para bendecir o para drenar al otro si hemos buscado en la pareja el gozo que nos puede llenar. Nuestra llenura debe estar en Cristo y sólo en Cristo.
Por tal razón la recomendación principal es mantener nuestros pensamientos alineados con la Palabra de Dios y aplicar continuamente Romanos 12:2 manteniendo lo que sucede por nuestra mente en cautividad. De igual modo, en el taller se nos hicieron diversas recomendaciones que te comparto a continuación:
- No seamos piedra de tropiezo (Mateo 18:7-9)
- No debemos razonar la ley de Dios. Sólo obedecer.
- Que nuestro adorno sea el yo interno (1 Pedro 3:3-4)
- Pidamos a Dios que examine nuestro corazón (Proverbios 4:23)
- Huye de las pasiones juveniles (2 Timoteo 2:22)
Que entre ustedes ni siquiera se mencionen pecados sexuales.
No sólo debemos cuidar nuestros corazones sino guardar los corazones de nuestros hermanos y amigos. Los hombres luchan con la tentación visual y nosotras somos más propensas de caer en fantasías emocionales.
Un corazón que ama a Dios es la solución a nuestras impurezas.
El key del asunto no es dejar de hacer o cumplir con una lista de reglas sino de amar a Dios más de lo que amamos el pecado. (Salmo 63)
Una de las frases mencionadas en el taller y que más resonó en mi fue la siguiente: Si no permanecemos en la oración, permaneceremos en la tentación.
No subestimemos el poder de la oración en nuestras vidas y en la fortaleza que podemos recibir de Dios a través de ella para ser puras en nuestro caminar.